Tutoría entre iguales en clase de estudio dirigido.

La tutoría entre iguales es una actividad que desarrollo en el Colegio San Vicente de Paúl. En ese colegio doy una hora de clase de estudio dirigido al día, a 17 alumnos desde 3º EP a 6º EP.

La mayor parte de este alumnado va a 4º EP, y el objetivo de la clase es ofrecer a los alumnos un tiempo para que hagan los deberes y estudien si tienen exámenes pronto. La experiencia que pretendo contaros consiste en agrupar o emparejar a los alumnos de forma que entre ellos se ayuden a completar las tareas que les ha asignado su tutor. Por ello he organizado la clase en 4 grupos diferentes, incluyendo en cada grupo a un alumno de 6º EP, que es la persona de referencia ya que ayuda a sus compañeros más pequeños a resolver las dudas que les puedan surgir. Asimismo, tras realizar un análisis previo de las fortalezas y debilidades de cada alumno, tanto en conocimientos como en su forma de ser, he logrado distribuir de la forma más eficiente posible a los alumnos, para que ningún grupo se viera en desventaja respecto a los otros tres. Por poner un ejemplo concreto, uno de los grupos está integrado por una alumna de 6º que tiene una personalidad muy afable, muy dispuesta a ayudar a los demás, y tres alumnas de 4º que van a la misma clase, por lo que entre ellas se ayudan a completar los deberes.

Cuando han terminado, les corrijo los ejercicios y si los tienen bien, pueden o bien ayudar a otros compañeros de su clase a que terminen, o bien dedicar el resto del tiempo en alguna actividad lúdica, siempre respetando las normas de convivencia de la clase. Con esta técnica lo que pretendo conseguir es pulir las discrepancias que han surgido entre los diversos cursos, al hacer que colaboren entre ellos para conseguir que ningún alumno se quede sin hacer los deberes al finalizar la clase. Para incentivarlos, he creado un sistema escalonado de recompensas, en el que premio a aquellos alumnos y / o grupos que mejor se porten.

Al finalizar la semana, o cuando consiguen 10 puntos, les ofrezco alguna recompensa como escribirles una nota positiva en la agenda, o dejarles que pinten hasta que termine la clase. Esta técnica lleva muy poco tiempo de implantación, pero de momento me está dando unos resultados bastante alentadores. Es por esto que me he llevado una muy grata sorpresa al ver la mejora de las relaciones entre los distintos alumnos.

Experiencia contada por Laura Navarro.


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